El presidente de la República, Nicolás Maduro, afirmo haber descubierto recientemente que la Universidad de la Vida, lugar donde él habría cursado muchos semestres y al que habría dedicado tantas horas, simplemente no existe.

«Perdí mi tiempo, perdí todas esas horas caminando por El Silencio, escuchando música rock con un guilkman»

–Nicolás Maduro

El momento del descubrimiento «no fue fácil», según aseguró Manuel Fernández, Ministro de Educación Superior. Él, junto al resto de los ministros, fueron testigo del duro momento, ocurrido durante una junta de ministros: «Estábamos en una reunión extraordinaria, en la que se discutían nuevas maneras de cercenar el derecho a la educación, que si cómo reducir aún más el presupuesto a las universidades y cómo hacer para intervenirlas, cuando de repente el Presidente dijo: ‘¿Y el presupuesto asignado a mi alba madre (sic)? ¿Dónde está?’ y nada, tuvimos que decirle la verdad. Que esa universidad no existe, que es todo mentira, y que el título que tiene guindado en la pared en realidad se lo hizo él mismo con un marcador y un sello húmedo que se encontró en Los Jardines del Valle» afirmó Fernández, tratando de contener una risa.

Maduro reaccionó agresivamente golpeando la mesa, asegurando que lo habían engañado: “¿Entonces nada sirvió? Perdí mi tiempo, perdí todas esas horas caminando por El Silencio, escuchando música rock con un guilkman, y soñando con un bigote tan frondoso como este. Pero me voy a vengar: me le cortas ya mismo la miseria que le estamos dando a las universidades, las expropias y me construyes ahí una Universidad de la Vida, bien grandota y con unas letras grandes, dónde los estudiantes puedan ir a hacer nada y a decir que las universidades están sobrevaloradas. ¿Saben dónde aprendí a gobernar así? Aquí» dijo Maduro, mientras mostraba un título de postgrado en Ciencias Políticas firmado por un indigente.