“Ahora a todas las abusaron” dice hombre que ignora que sí, a todas las abusaron
La semana pasada el movimiento #MeToo y #YoSíTeCreo hizo su llegada al país con una serie de denuncias de abuso sexual a través de las redes sociales. A pesar de todas las acusaciones, evidencias y confesiones, aún hay personas incrédulas que deciden ignorar que tantas mujeres hayan sido abusadas y acosadas.
Haciendo todo nuestro mayor esfuerzo para no levantarnos de la silla e irnos, hablamos con Eduardo Flores, uno de los tantos que se rehúsa a creerle a las víctimas que valientemente compartieron sus historias: “No, sí, está bien. Ahora a todas las mujeres las abusaron. A toítas las acosaron o violentaron. Ay sí, ahora todas las mujeres tienen un testimonio de abuso, ahora todas dicen que las han tocado o que las han manipulado. No creo que sea cierto, de pana. Tengo todos estos días leyendo el Twitter y a cada rato veo un cuento nuevo, en Instagram lo mismo; cada minuto cinco chamas más van y hablan de algo que les pasó. A mí me parece medio raro y todo que tantas mujeres vengan con una historia, no sé, me parece sospechoso. Ya me cansé y todo de leer tanto cuento. De hecho, ya ni me meto en redes, me agota a mí y me agota el saldo. ¿Tú estás viendo esa locura? Ahora uno no puede ni toquetearlas un poquito porque dizque ‘abuso’. Por Dios”, comentó Flores, mientras nos sangraban los oídos al escucharlo.
Por su parte, Katherine Villamizar, una de las mujeres venezolanas que ha compartido su testimonio en redes, nos explicó cómo actúa ella frente a personas ignorantes como Eduardo: “Luego de contar lo que me pasó, hubo mucha gente diciéndome que no me creía porque era imposible que existiesen tantos casos de abuso. Imagínate, personas que creen que en un país hiper machista donde la cultura de violación está normalizada, hay ‘demasiados casos’. Qué concepto, ¿no? En la última hora 36 personas me han escrito por privado para contarme sus historias. En fin. Se lo intenté explicar a varias personas en los comentarios y mira, de verdad que la gente cree lo que quiere. No me quedó de otra que respirar profundo, meditar y proyectarme en un universo donde la gente tiene empatía. Altamente recomendado”, concluyó, mientras apagaba las notificaciones de redes sociales en su celular.