El uso de las instalaciones de La Rinconada como refugio para damnificados suspendió el programa de carreras regulares, dejando inmediatamente damnificados y desempleados a los caballos, los cuales han recurrido al comercio informal como medio de vida.

Nuestro pasante subpagado se dirigió hasta el lugar de los hechos donde pudo hablar con Mis Chusmitas, yegua de carreras, la cual se mostró preocupada por su condición económica: “La verdad es que este Gobierno no pega una. No tienen adónde meter a los afectados por las lluvias, entonces los ponen en el Hipódromo, dejándonos a nosotros damnificados, desempleados. ¿Ahora quién responde por nosotros? ¿Por mis potrillos? ¿ah?”, preguntó Mis Chusmitas justo antes de partirse en llanto.

En la autopista Francisco Fajardo pudimos ver a varios caballos dedicándose al comercio informal. Hablamos con My Dumb Generation, semental desempleado, quien aseguró que no le iba del todo mal: “No mi pana, no te creas, ahora gano más acá en la calle que en el Hipódromo. Mira, te tengo las películas, te tengo el SeaBiscuit, te tengo el Spirit, una comiquita bien cartelúa, te tengo hasta la carne con papa, un documental de la reproducción de caballos de Animal Planet que está es calidad… ¿Qué te llevas pues?”, preguntó My Dumb Generation mientras intentaba venderle a nuestro pasante una copia pirata de Racing Stripes.