Ernesto Pékerman, seleccionador vinotinto y quizá uno de los mejores estrategas que ha presenciado EL MUNDO, demostró una vez más que su preparación para el partido de Venezuela contra Uruguay no es de novatos o Peseiros. Fuentes extraoficiales dentro del recinto informaron que “El Profe” ingresó este martes a los vestidores de La Celeste, aparentemente en son de paz, para obsequiar una bandeja de pasticho de carne, un tupper hasta arriba de tajadas y un bidón de jugo de lechosa a sus contrincantes, quienes ante el irresistible devoraron todo a su paso sin avistar el panzón que les esperaba. 

Larry Carrasco, aguador de la Remolacha Mecánica —sí, así le dicen algunos periodistas a La Vinotinto, que falta de creatividad—, estuvo en el lugar de los hechos y comentó: “En ningún lugar el reglamento de la FIFA prohíbe regalarle pasticho a tus contrincantes, yo no creo que haya sido juego sucio como dicen algunos periodistas. Sin embargo, ellos sabían lo que les esperaba, después de semejante festín todos los integrantes de La Garra Charrúa quedaron achantados, Suárez se quedó echando un camaroncito, Muslera esparramao’ en el puff viendo Tik Tok y todos los defensas desmayados en el autobús. El DT anda desesperado preparándoles un guayoyo para que bajen la comida”, fueron algunas de las palabras de Larry, quien aprovechó la debacle uruguaya para hacerse con los zapatos de uno de los delanteros.