Escasez de ponche crema disminuye el número de sobrinos traumatizados por tías borrachas
¡Buenas noticias! Aunque sea difícil de creer, la crisis en el sector de bebidas alcohólicas ha sido en algo positiva. Un estudio realizado durante este diciembre por Chigüianálisis, nuestra prestigiosa división de análisis estadístico y explotación pasantil, arrojó que la escasez de ponche crema causó una importante baja en el número de sobrinos abochornados por el espectáculo de ver a sus tías borrachas.
El director de Chigüianálisis, Erwe Von Esse, habló sobre el revelador estudio, mientras nos envolvía a todos con el humo de su vaporizador porque está “dejando” el cigarro: “Los resultados son contundentes. La disminución de sobrinos traumatizados esta navidades alcanzó un sólido 87%. Y ojo, esta era una cifra que lo que hacía era crecer desde que se comenzó a medir, por allá por 1926. Al no haber ponche crema en las reuniones familiares, el grupo demográfico «tías» se abstiene de ingerir alcohol, y por lo tanto no se desinhiben; esto trae como consecuencia que las tías no quieran… ¿cómo lo digo científicamente? Ajá, no quieran sadiquearse a sus sobrinos obligándolos a bailar con ellas reggaeton o el fulano trap ese que ahora está de moda. Sin embargo, aún quedó un 13% de sobrinos que siguen estando fuertemente traumatizados, porque pertenecen a familias en donde las tías no tienen temor de Dios y si no hay ponche crema igual le chocan de frente al anís, el aguardiente o hasta guarapita. ¡Pobres muchachos!” afirmó Von Esse, quien reveló que la escasez de ponche crema también causó una disminución en las reproducciones de canciones de Ana Gabriel.