Cortan mano de clientes para saber que ya compraron leche
El desabastecimiento de alimentos básicos sigue afectando al país. Incluso llegó a impulsar estrictas regulaciones en Puerto Ordaz, donde se implementó una nueva medida: luego de comprar leche, al cliente se le cortarán las manos para evitar que vuelva a comprar más.
Manuel Contreras, representante del INDEPABIS en el estado Bolívar cree que la medida no es extrema y ayuda a mantener buenos niveles de los productos en los mercados. “Mucha gente viene y nos dice que esto que estamos haciendo es exagerado, pero que va, para nada. Cortando las manitos de las personas, marcamos a los clientes para que no vayan de mercado a mercado buscando esos productos sensibles al acaparamiento. Para la leche te cortamos las manos, para la carne, un piecito y al comprar hortalizas te cortamos el pelo, eso último para fomentar la buena alimentación. Además, con esta medida bajamos también la inflación.” explicó Contreras mientras ordenaba a un piquete de la Guardia Nacional a llevarse detenido a un mocho que tuvo la desfachatez de insistir en que la medida «le parecía inconstitucional».
María Guzmán, cliente de un mercado popular de Pto. Ordaz, aseguró que la medida no le parecía tan fuerte, si es en pro de tener alimentos de primera necesidad en los anaqueles. “Una piensa es en los chamos, varón, y le da dolor ver como el acaparamiento nos tiene mal. Por eso me alegra que el gobierno ponga mano dura, ¿no? Jajaja, ¿pillaste? Hice un chiste sobre las manos con la palabra «mano», ¡jajajaja! ¡Otro logro de la revolución!». Luego de pedir a nuestro pasante subpagado que le rascara arriba de la ceja, porque tenía una picazón, Guzmán continuó: «Todo sea por tener leche siempre en el mercado, la verdad yo no tengo rollo. Por algo Dios nos puso dos manos, ¿no? Total, yo no tengo trabajo, lo único que hago todo el día es ver tele, pero no necesito ni siquiera cambiar el canal, siempre veo VTV que es bien fino».
Rogelio Torres, otro vecino allí presente, afirmó que la medida puede parecer dura, pero que confía en la proverbial capacidad del venezolano para salirse con la suya: «Yo por lo menos logré que la cajera me dejó pasar dos latas de leche por sólo mi dedo pulgar e índice; la tipa era buuuuurrrda de fea, pero le piqué el ojito y mira, me sobraron 3 dedos. Eso para que vean que uno no es gafo. Pero bueno, ahora vamos a tener que pensarlo mejor antes de tomarse un café, mira que las extremidades no son ilimitadas. Pero no importa, cuando se me acaben las manos, traigo a mi muchachita, Karina, tiene 7 añitos así que ya tiene sus manitos grandecitas y deben valer como cinco potes de leche. Sólo espero que nos dejen el dedo meñique sano, para poder votar por ellos otra vez.”