Adriana Romero, pasante de protocolo del Palacio de Miraflores, comentó sentirse sumamente estresada ante la idea de llegar sin los fetos en formol que solicitó el Presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en su visita a Venezuela.

Romero, quien comenzó su pasantía hace dos semanas, aseguró que gastó hasta los últimos recursos en la búsqueda de los pedimentos del primer mandatario bielorruso. “Hace apenas dos días fue que me dijeron que venía Lukashenko, ya todos los de protocolo sabemos cómo es la cosa porque él es el peor de todos los presidentes. Dicen que perdió el alma en una apuesta con Satanás y luego de quitársela, violó al mismísimo Diablo en una fiesta sadomasoquista. En fin, cada vez que viene a Venezuela a hacer sus negocios, pide unas cosas rarísimas. En esta visita pidió exclusivamente unos fetos de cruce entre un indígena y una rusa, todo en un pote de vidrio con formol. De verdad que me ha sido difícil conseguirlo. Fui al famoso mercado de fetos de Acarigua, donde mi mamá me dijo que se encontraban fetos de calidad, pero nada… sólo conseguí fetos indígenas, ninguno mezclado con rusas. Pues esta vez me tocará mentir. Lo malo es que él a veces los lame un poquito y así descubre su código genético… estos amigos del Comandante Chávez tienen unas mañas medio raritas.”

Julián Zamora, quien también forma parte del protocolo del Palacio de Gobierno, explicó que las extrañas solicitudes son algo común en las visitas de Lukashenko. “Todos los pasantes siempre tienen miedo que les toque el bielorruso. La última vez que vino al país, su lista fue: Un feto polaco de 6 meses, un perro siamés disecado, una bailarina interpretativa sin afeitar y 30 metros de cuero rojo. Entre esto y las Misses que pide Ahmadinejad para apedrear en sus visitas, creo que tengo suficiente. Necesito un trabajo más normal. Nadie me dijo que esto sería así, y eso que me salvé de organizar las fiestas de Barreto cuando era alcalde; los que vivieron eso nunca quisieron hablar sobre lo sucedido. Incluso algunos perdieron el habla.” Culminó Zamora, antes de escuchar los rumores de una posible visita de Fernando Lugo, lo que implicaría la compra de una importante suma de mujeres.