Julio Azocar, un hombre blanco de 22 años, fue el responsable de dejar más de 50 heridos en una fiesta, luego de pensar que realmente podía bailar tambores.

Ambulancias y paramédicos abarrotaron lo que había sido una fiesta familiar de cumpleaños. Sangre en el piso y miembros descuartizados fueron el resultado de que Azocar intentara hacer el baile típico venezolano de tambores, cuando realmente, él nunca lo había hecho en su vida. Mariana Azocar, hermana del agresor, vivió momentos de pánico mientras el hombre blanco realizaba movimientos bruscos y violentos. “Estábamos bailando merengue tranquilos cuando el dj, que era mi tío, quiso poner una canción de tambores. La mayoría de la gente reaccionó como deberían: quienes sabían bailar tambores se quedaron y los que no, se fueron. Pero Julio decidió bailar. Fue horrible, empezó a moverse sin sentido, agitando los brazos a los lados y deslizándose sin sentido por toda la sala de fiesta. Cuando sonó la parte que tocan con el caracol ese gigante, Julio dio vueltas y se desató la tragedia: volaron brazos, rasguñó caras y hasta le dislocó la cadera a la abuela.” Exclamó Mariana en llanto mientras limpiaba la sangre del piso.

Protección Civil aprovechó para solicitarle a la población masculina blanca, evitar realizar este tipo de baile sin la supervisión adecuada de un experto. “Por mucha presión grupal o femenina que haya en la fiesta, eviten bailar tambores si no saben. Porque además de verse ridículos, no llevan ‘el sabor’ necesario para hacerlo. Lo que trae como resultado, tragedias como esta. Es mejor que diga que no y esperar a que pongan merenguetón o algo de electrónica que es mucho más fácil porque solo hay moverse al ritmo del bajo sin mucho esfuerzo.” Comentó Daniel Medina, jefe de Protección Civil Miranda.