Teléfono fijo de casa pide a Dios llamada que no sea de la abuela
Cansado de la monotonía de su vida, del silencio perpetuo, de las cada vez menos frecuentes llamadas equivocadas y de las ocasionales conversaciones con la abuela, el teléfono fijo de los Colina pidió a Dios volver a los tiempos en los que era útil a la familia.
La plegaria fue alzada la tarde de ayer, cuando moviendo algunos contactos por fibra óptica, el teléfono consiguió el número de la casa de Dios, que no era el de una Iglesia, sino el de su casa de verdad en el cielo. Tras una serie de repiques, alguien contestó el teléfono. “Resultó ser un ángel, me dijo todo ladillado que no sabía dónde andaba Dios, que siempre se escondía cuando sonaba el fijo porque no le gustaba contestar”, relató el teléfono de los Colina, quien tuvo que esperar unos minutos hasta lograr hablar con el Creador del Universo.
“Cuando por fin me atendió, le expliqué que ya estaba cansado de que la única persona que usara teléfono fijo fuera la abuela, que siempre anda preguntándole a los nietos que si estaban yendo al baño regularmente y quejándose de la reuma. Coño, le dije que hiciera que otra persona llamara usando mi número. ¿Y sabes qué me contestó? Me dijo‘pero tú me estás pidiendo un milagro’, y yo le dije como que ‘pana, tú eres Dios, estás pa’ eso’. Nada, el tipo se puso como cajera de banco y me dijo que iba a hacer lo que pudiera, pero que no prometía nada. ¡No joda! ¡Que me terminen de desconectar! ¡Que me metan en la gaveta de las llaves y las velas de una buena vez!”, expresó el teléfono fijo mientras recibía una llamada automática de CANTV.
Por otro lado, el Todopoderoso lamentó no poder ayudar al artefacto. “Por más que quisiera, no puedo hacer nada por el teléfono, la gente ahorita lo que usa es celular. Los chamos ya ni entienden qué es lo que suena cuando una de esas cosas repica. Es más, este fijo va en góndola, yo he recibido plegarias de unos teléfonos antiguos que han quedado de decoración en las casas de los hipsters”, aseguró Dios Padre, a lo que agregó que el asunto de resolver los problemas de las máquinas escapaba de su jurisprudencia, “porque si revisan la Biblia yo no los inventé”.