Ayer se realizó en todo el país un simulacro de las elecciones del 8 de diciembre. Una vez concluido este ensayo, la Mesa de la Unidad (MUD) convocó a una rueda de prensa, en la que declaró sentirse satisfecha con los resultados de todas las arbitrariedades que les hará el CNE el 8-D.

«En nombre de la MUD y de todos los factores de oposición del país, puedo decir que estamos 100% satisfechos con el simulacro de ayer» declaró Ramón José Medina, integrante de la Comisión Técnica de la coalición opositora. «Todos nuestros técnicos asistieron ayer al simulacro y pudimos constatar que el CNE está técnicamente listo para volver a hacer todas esas irregularidades, abusos y atropellos que nos harán chillar el 8 de diciembre en la nochecita. Certificamos que las máquinas de votación siguen siendo confusas, comprobamos que los mecanismos de verificación siguen siendo incompletos, podemos dar fe que las cosas oscuras están mucho más oscuras y las trampas y marramucias están blindadas; en fin, creo que este 8 de diciembre vamos a ser testigos de una brillante jornada cívica cuyos resultados terminaremos calificando como fraude, como de costumbre» afirmó Medina, segundos antes de aprobar un nuevo mecanismo de votación computarizado que convierte 3 de cada 4 votos opositores en una calcomanía de una carita feliz que serán donadas a niñitos de preescolares ubicados en zonas populares.

Pudimos conversar también con Tibisay Lucena, rectora principal del CNE, que manifestó estar contenta con la aprobación del conglomerado opositor. «Cada nueva elección significa para nosotros un reto. Tener que buscar nuevas maneras de esconder tantas trampas y de disfrazar tantos mecanismos turbios, de una manera creativa y que simule en todo momento una total transparencia, es una verdadera dificultad para nosotros. Por eso vemos con buenos ojos que la oposición nos apruebe. Esto es un espaldarazo para nuestros muchachos, que trabajan arduamente, mañana, tarde y noche, buscando como tergiversar la opinión popular» afirmó Lucena, que aprovechó la jornada de ayer para hacer —a su vez— un simulacro del peinado que usará ese día.