Durante una sesión fotográfica en una iglesia de México DF, el cantautor guatemalteco Ricardo Arjona aprovechó un lapso de tres segundos para escribir mentalmente las catorce letras de su próxima producción.

Según declaraciones del cantante, el trabajo fue duro pero satisfactorio: “Las letras del disco anterior las hice en dos segundos, pero en este quise poner más de mi, ahora que soy un poco más viejo no me gusta hacer lo mismo que antes, fue por eso que dediqué un segundo más. Intento dar un ejemplo de calidad, de pasión, de lo que significa ser un artista” sentenció Arjona mientras tomaba la guitarra y elegía el único acorde que sería usado en el disco.

“Para este disco decidí usar el acorde Sol, ¿sol es el que se pone el dedo pisando todas no? ¿O ese es casita? bueno, ese. Estoy muy orgulloso de las canciones de este disco, temas como ‘Sueño de Dinamita’ que trata sobre un terrorista palestino que se enamora de una mexicana y decide no explotar un aeropuerto cuando se le aparece el Che Guevara besándose con Nixon y luego el se da cuenta de que la mexicana realmente es su padre y el no es palestino sino es un drogadicto, es el drogadicto de Amores Perros, el malo que tenía al Pastor Alemán” comentó Arjona mientras aprobaba el video clip de ese tema, el cual consistirá en tomas en blanco y negro de él caminando por una playa.

A continuación, y en total exclusiva, Arjona nos regaló algunas de las ingeniosas frases que cantará en su último disco:

“Tu ves el vaso medio vacío, yo lo veo medio vacío de amor, pero lleno de amor”
“Cuando te digo que si es que en realidad te estoy diciendo un no a la inversa, que ciertamente es una negación de la afirmación”
“Estás presente cuando estás ausente, porque no estás, pero estás”
“Dejaste en el inodoro, tu indudable marca, marrón cuero, mi gaucha”
“No es que me repita y creas que todas mis letras son iguales, es que tus oídos no cambian de lugar”
“¿Quién te enseñó a besar? Si Dios fuese un tenista, besaría como tú”
“Eres como el Everest, alta y blanca, tu nieve es el polvo, como el Everest, si el Everest estuviese en el Amazonas, se enamoraría del Salto Ángel”