Javier Maldonado, jefe de Protección Civil de Mérida, anunció la activación de la alerta roja en todo el estado ante la inminente llegada de una oleada de turistas maracuchos durante las vacaciones escolares.

«A todo lo largo y ancho del estado tenemos a todo el personal en máxima alerta. Este año debemos estar pendientes; no puede pasarnos como el año pasado que nos agarró desprevenidos. Madre zaperoco que se armó, esos desgraciados llegaron en dos grupos: el primero es el de los que quieren demostrar que el frío no les afecta, usando franelillas y chores como si andaran en la playa; por otro lado está el otro grupo que es todo lo contrario: vienen forrados como si estuvieran en el pico Bolívar y están es en la ciudad, con una temperatura como de 26 grados, a veces hasta hace más calor» afirmó Maldonado, mientras alertaba a sus funcionarios sobre los peligros adicionales que representa la invasión de turistas maracuchos. «El principal problema no es el de su ropa. El verdadero problema es el madre escándalo que arman. Esa gente pareciera que fueran sordos, y además llegan con sus chistecitos de que hablamos tiernos y nuestros cacheticos rojos como si esto fuera Mucuchíes. En verdad no sé si es que somos muy educados o ellos son demasiado ordinarios. Creo que nuestro plan de destruir la Panamericana para evitar el paso de los zulianos a la zona andina no ha funcionado 100%: a pesar de los huecos, la poca iluminación y la delincuencia en la vía ellos siguen llegando, no entiendo porqué” comentó Maldonado, quién extendió el llamado de precaución a sus colegas del estado Táchira. «Hermanos tachirenses: no sé cuánto tiempo más podremos detenerlos. Prepárense. No digan que no se les advirtió».

El jefe de Protección Civil también aprovechó para anunciar el inicio de la temporada de ventas de supuestos productos tradicionales de la zona. “En una nota más fresca, debo decirles que estamos listos. Ya todos nuestros proveedores de Apure nos enviaron los dulces abrillantados y ruanas. En verdad aquí nadie come ni usa eso, es una estafa que tenemos para sacarle plata a los turistas. ¿Cuándo fue la última vez que viste a un merideño comiendo dulce de leche? Es más, si revisas la etiqueta verás que dice que todo viene de Coro.”