El anuncio de “seré breve”, con el cual el Presidente de la República comenzó hoy su alocución de Memoria y Cuenta correspondiente al período 2010, hizo que más de un diputado cancelara compromisos familiares hasta el año 2041.

El Diputado opositor Alfonso Marquina, con mucho sigilo, se revolcó discretamente en su curul, sacó su blackberry y comenzó cancelar vacaciones, reuniones, cumpleaños y su plan de retiro, pues sabía que el discurso sería largo. Pero Alfonso nunca imaginó que duraría treinta años.

Las primeras horas transcurrieron sin mucho que destacar: el Presidente pidió que la habilitante se redujera, hablo de sus tiempos de animador de bingos, de sus experiencias cuando fue al programa de Popy el payaso y contó algunas anécdotas más.

Entrada la medianoche, Chávez hizo algunas referencias al pasado golpista de muchos de los presentes, recordó que nunca había ido a Disneylandia y confesó que algún día le gustaría ir a tomarse una foto con Goofy “sería Tribilín vs. Tribilín, jijiji”, dijo. Chávez recriminó los bostezos de la audiencia asegurando que cuando él fue cadete bastante plantón pagó como para que hubiera gente quejándose por cansancio.

A la 1:30 de la mañana, hizo revelaciones sorprendentes: contó como jugaban pelota con un cuartico de jugo forrado de teipe, habló sobre como los entierros de malandros haciendo caballitos en la autopista es una tendencia mundial “de la que no escapan los países industrializados” y regañó a un par de diputados que tuvieron el mal gusto de morir de viejos mientras echaba el cuento de la vez que fue a su primer matiné.

A las 3:15 de la mañana, una comisión de la morgue vino a levantar el cadáver de un diputado que murió de viejo.

A las 4:00 de la mañana, un diputado de la oposición descubrió que el material que forra el asiento de las curules es comestible, lo que desató un pequeño furor en la bancada. El presidente Chávez interrumpió su cuento sobre la vez que vio a un unicornio mientras hacía una guardia nocturna en un puesto fronterizo para pedirles silencio y respeto por el Hemiciclo.

En el mes de marzo del 2012, mientras hablaba de las camadas de nuevos licenciados en cocina socialista que graduarían en la Universidad Bolivariana, Chávez recordó que había traído una lista de temas por tocar y comenzó a buscarla por sus bolsillos. Afirmó que en los últimos 12 años se han visto OVNIS en Lara, Miranda, Zulia, Anzoátegui, Nueva Esparta y Táchira y pidió a Jaua investigar esa injerencia extranjera. Ah, y le nació el primer hijo a una diputada oficialista que quedó en estado a mediados del 2011, luego de echar una cana al aire con un camarógrafo de ANTV.

En el año 2015, Chávez le pidió en su discurso a Bernal que le averiguara si La Guaira ya había ganado un campeonato. Bromeó con los presentes, preguntándoles si tenían hambre y dijo que sentía “como ganas” de hablar un poquito sobre la vez en que se le apareció Bolívar y le dijo que él había peleado contra la Corona Española para vengarse de los venezolanos y venezolanas que rebotan en el aeropuerto de Barajas.

En el último trimestre del año 2039, mientras Chávez hablaba sobre cómo sería capaz de lanzarse a la candidatura presidencial en el 2042 “si el pueblo se lo pedía”, los dos últimos diputados de oposición que quedaban vivos hicieron un pacto para que el primero que muriera fuera comido por el sobreviviente.

Al final de su alocución, en el año 2041, Chávez se preguntó si ya existiría alguna tecnología que le permitiera meter todo este discurso en un DVD para que el pueblo venezolano lo tenga en sus casas.