Damnificados de Miraflores ofrecen oficina para que el Presidente trabaje
Rolando “Cabeza e’ Cebolla” Suárez, líder de los damnificados alojados en el Palacio de Miraflores, anunció hoy a gritos, a través de la reja del Palacio, que «por ser Navidad» le van a ofrecer al Presidente Chávez -a precio especial- una oficina para que trabaje.
«Después de que por fin logramos correr a la Guardia Nacional, a los edecanes y a la Casa Militar, pudimos por fin tomar los espacios, censarlos, ver cuántas oficinas y cuartos habían y pudimos ‘otorgarlos’ a los conciudadanos en desgracia a precios solidarios: el cuarto chiquito a 10 palos mensuales, el cuarto grande a 12 y la oficina a 15. Las que tienen baño las alquilamos por 2 millones adicionales al valor» afirmó Suárez, mientras ordenaba a uno de sus seguidores darle un par de batazos por la canilla a una señora venida de Barlovento que no tenía dinero para pagarle la cuota.
Sin embargo, Suárez pudo demostrarle a nuestro pasante subpagado que, a pesar de las apariencias, es un ser humano, con emociones y sentimientos. «Como veo que esta pana no trabaja le pegué un silbido y le dije: presidente, comandante, véngase para acá, por aquí le conseguimos un cuartico. De inmediato llamé por el Blasberri a Flor, la encargada del ala norte, segundo piso, y ella me dijo que tenía un cuartico que no había podido alquilar, el de la batea. Perfecto para el caballero, pues» dijo Suárez.
Luego de abrirnos la puerta del Palacio y mostrarnos el cuartico de la mopa, para que viéramos con nuestros propios ojos «que el tipo lo que va es en góndola», Suárez se sentó en el despacho del presidente, y mientras revisaba el presupuesto del Ministerio de Infraestructura, dijo: «Chamo, ese mismo cuarto que usté ve allí, ese se lo ofrecí al pana Chávez, por 6 lucas al mes. Coño pana, esta gente nos ha dado de todo, es lo menos que uno puede hacer. Eso sí, no se salva de la negociación, 1 mes de comisión, 1 mes por mostrarlo, 6 meses de depósito y 6 meses adelante. La vaina está jodida, chamo: si no le gusta, que se vaya a vivir con la mamá o con la suegra».