Chavista feliz porque apagón quemó su nevera en una patria soberana
La tarde de hoy la señora Rosalinda Contreras, vecina de Barinas y furibunda chavista, afirmó estar viviendo una felicidad enorme e inconmesurable luego que el apagón que afectó al occidente del país le quemara el motor a su nevera en una patria soberana.
«Mira, chico, al mediodía comenzó a pantaletear un poquito la luz, ¿no? A hacer así, güiqui-güiqui-güiqui. Uno se da cuenta porque los bombillos titilan mucho. Pero no importa, porque uno abre las ventanas y lo que entra es un montón de luz, ¿ves? ¿Si ves? Te digo una cosa, mijito: toda esa luz no es solamente el solazo que pega aquí en Barinas, no. Eso es sol parejo y dignidad y soberanía, pa’ que te enteres» afirmó la señora Contreras, quien dijo sentirse «maravillada» al ver como la Revolución le ha dado adjetivos bonitos para referirse a las cosas. «Bueno, mijo, pero pasa, pasa pa’ allá pa’ la cocina, que está al fondo. Es la cuarta nevera que se me jode con estos coñazos de luz. Pero bueno, nevera que se me quema, nevera que hay que reponer, ¿no? Esas son las cosas lindas de vivir en esta patria soberana, soberana como la soñó Bolívar, como la soñó el Ché».
Luego de comprobar que el apagón de hoy le había quemado no solo la nevera, sino también el microondas y el protector de voltaje que le había puesto al microondas, la señora Contreras continuó hablando sobre como la Revolución ha llenado de dignidad su vida y la de su familia. «Mire mijo, nosotros antes vivíamos adormilados con lo que yo te llamo el sueño capitalista, que más que sueño es una pesadilla. Veíamos tele todas las noches. ¡Zuas! Un apagón nos quemó esa bicha y ahora leemos y conversamos en familia. Dormíamos con ventiladores. ¡Zuas! Otro apagón nos quemó esa vaina, y ahora dormimos a con las ventanas abiertas: así uno se enferma menos, ¿sabe? Bueno, es porque uno duerme al natural; aunque esa ventana esté toda enrejada, por ahí lo que entra por las noches es una brisita sabrosa, como de honor y orgullo patriótico, que te sube las defensas. Bueno, eso y mosquito parejo. Mosquito pa’ echar pa’rriba. Ya a tres de mis chamos les dio dengue. Pero eso seguro los echó la CIA aquí» manifestó la señora Contreras, mientras llenaba sus pulmones de aire lleno de libertad y de olor a motor a nevera quemada.