El día de hoy, Edgar Albarrán, un joven de 28 años, por fin pudo cumplir su promesa de “me voy de la casa” al independizarse por primera vez mudándose a la casa del perro.

Edgar, quien había discutido con su mamá porque no lo dejaba meter culitos en su cuarto, contó todos los detalles de su mudanza a nuestra redacción “Bueno papá, welcome to my crib, por fín lo logré, me mude solo, mira lo cómodo que está este point, tengo todo lo que necesito aquí en esta mi humilde morada de 0,50 x 1,20. De hecho tengo un rommie pero es un poco gruñon creo que está molesto porque el vivía antes aquí, sin embargo que te puedo decir, yo vivo tranquilo aquí es lo que puedo mantener con mi sueldo, no tengo vecinos que me jodan, a veces se llegan que si unas ratas pero chill, estoy cuadrando a ver si con la Ley de Política Habitacional puedo ampliarla un pelo más, yo creo que llegue a 1,00 x 1,30 con el favor de Dios” afirmó Edgar mientras se comía la perrarina de Rocco el perro de la familia.