En una breve y sentimental cadena nacional, nuestro bondadoso Presidente de la República, Hugo Chávez Frías, informó que deberá viajar a Cuba para someterse a una nueva intervención quirúrgica. Seguidamente, Chávez hizo público el regalo al vice-presidente Nicolás Maduro de un país hecho mierda.

“Si se presentara alguna circunstancia sobrevenida que a mí me inhabilite para continuar al frente de la Presidencia de la República, Nicolás, te entrego este país hecho mierda. Te tocará a ti, Maduro, mantener este legado de híper inflación, inseguridad desbordada, una moneda débil, escasez de viviendas, de divisas, protestas diarias y eso sí… mucho petróleo importado de los Estados Unidos. Espero que logres resolver el tráfico de Caracas, la ineficiencia en las instituciones y la corrupción en las empresas estatales, porque yo no pude y mira que como le eché pichón. Por último, habla con Giordani a ver qué hacen con la devaluación porque si hay elecciones en unos meses, eso no los deja muy bien parados.” Comentó el Presidente al momento de colocarle la espada de Bolívar en el hombro de Maduro, como lo indica la constitución.

El Presidente aprovecho la situación para agradecer a la presidenta del CNE, Tibisay Lucena por haber movido la fecha de las elecciones presidenciales. “¿Qué casualidad, no? Tibi, ese fue Dios. El tiempo de Dios es perfecto y él supo que había que mover esas elecciones para que yo pudiera participar, de otra manera, ¡esto sería un desastre tomado por la burguesía!” Por último, Chávez se disculpó con Elías Jaua por haberlo ignorado en todo el proceso de sucesión: “Ay, Elías, yo te dije que tú eras vice-presidente sólo mientras Nicolás andaba conmigo en Cuba. Te hiciste ilusiones tú solito, por eso la rosa se la entregué a él. A ti te queda la gobernación de Miranda y si pierdes, bueno, te van a quedar unos afiches ‘otro Beta’ bien bonitos.” Culminó Chávez mientras le pedía a Diosdado Cabello que no tocara la silla presidencial.