Juan Andrés Gamboa, un joven de 27 años, decidió dejar de quejarse y aprovechar la oscuridad a la que CORPOELEC tiene sumergida a Venezuela, para organizarle en la terraza de su edificio una romántica cena a su novia María Fernanda Azuaje a la luz de las velas. No obstante, las cosas no salieron tan bien, pues la hermosa velada fue interrumpida porque restablecieron la energía eléctrica.

“¡No puede ser, pana! Parece que solo hicieran las vainas para jodernos. Si estoy jugando Fifa se va la luz y si estoy con Mafe los dos solitos, cenando, tomando Caroreña en copa de vino, oyendo a lo lejos los gritos del vecino maracucho, alumbrados únicamente por las llamas de unas velas… ¡Llega la luz! En serio, no puede ser. Con decirte que me dañaron el momento porque justo la luz llegó cuando me estaba arrodillando para preguntarle a Mafe si quería ser mi esposa, pero entre los gritos de los vecino de ‘¡Volvió!’, me tocó meter un paro de que se había caído algo. Ahora será esperar que se vuelva a ir la luz”, finalizó Juan Andrés, quien efectivamente, dos minutos después, pudo pedir matrimonio porque se volvió a ir la luz.