Espía venezolano es descubierto luego de dejar computador de la CIA lleno de guasacaca
Un teclado lleno de guasacaca fue el rastro seguido por los investigadores del Departamento de Estado para dar con el paradero y expulsión de Livia Acosta, cónsul de Venezuela en Miami, bajo los cargos de espionaje y saboteo tecnológico.
«Los servidores de entidades claves para la seguridad de Estados Unidos y su way of life, como la CIA, la NASA, el FBI y McDonald’s, fueron atacados en una maniobra coordinada, que nos hizo pensar en un principio que se trataba de un intento terrorista de desestablización, detrás del cual estaba una mente criminal maestra» afirmó Hillary Clinton, secretaria del Departamento de Estado. «Pero uno de nuestros agentes descubrió una computadora en la CIA que tenía abierta una página llamada «hackeacomounverdugo.com», lo que levantó sospechas de inmediato. Afortunadamente, el teclado tenía restos de guasacaca, Rikomalt y grasita de empanada, lo que nos permitió descubrir las huellas digitales de la cónsul de Venezuela en Miami, la señora Acosta. Allanamos su oficina y descubrimos, en el historial de su navegador las páginas web de las agencias atacadas. Además encontramos páginas sospechosas para un socialista, como Amazon, EBay, Craigslist. Ah, y Redtube, pero me imagino que esa no es incriminatoria. Esa la abre Bill todos los días» confirmó Hillary Clinton, mientras reservaba online unos pasajes de Caracas a Estados Unidos, sólo ida y con fecha abierta, para los empleados de la Embajada de Estados Unidos en Caracas.
Intentamos contactar a la cónsul Acosta, para ver si confirmaba o negaba esta información. «Mira, ese Rikomart no es mío, papá. Yo no tomo Rikomart porque eso saca pepas en el cutis. La guasacaca sí podría ser, ¿pero quién no se come su empanada enchumbada de guasacaca? ¡Me vas a decir que los agentes de la CIA no le echan guasacaca a sus empanadas? Eso no es concluyente, dígalo. El hecho es que yo, mientras he estado en los Mayamis, he tenido una conducta ejemplar: he pagado en cash todos mis consumos en el Mall; te he manejado en la velocidad, sin pasarme del límite y sin rascarme; y he botado la basura por la ventana sólo cuando veo que no hay policías. Bueno, una vez me detuvieron en el aeropuerto por traer en la maleta un tolete de queso blanco, pero eso no es crimen, ¿o sí?» afirmó Acosta, mientras contrataba a un servicio puerta a puerta para que le llevara su Audi a Caracas.