Bebé morado que no ha abierto los ojos "tiene la mirada de su papá"
Anoche a las 8:45 PM nació en la Policlínica Metropolitana Gilbertico Fermín Barreto; quien como todos los bebés nació completamente hinchado, morado, con la cabeza amorfa y los ojos cerrados; no obstante todo lo anterior, fue calificado por la familia como «una copia exacta de su papá».
La señora Patricia de Fermín, la orgullosa abuela paterna fue la primera en hacer la observación. “No, mira nada más esa cara, esos ojos… ¡es i-gua-li-ti-co a Enrique cuando era bebé! Por ahí tengo las fotos. Aunque también se parece al tío. Ellos dos se parecían mucho también de chiquitos. Pero en lo que más se parece es en la mirada… no, es que Gilbertico no sacó nada de la mamá. Ese bebé es Fermín por donde lo veas. ¡Mírale las bolotas que se gasta! ¡Fer-mín hasta en eso!”, aseguró la señora Patricia de Fermín, mientras su consuegra Margarita, la abuela materna de la criatura, la veía con indignación y susurraba a los presentes. “A mí no me parece que sea tan Fermín. Ese bebé tiene la nariz de mi familia, se ve que va a ser igualito a mi Lucía, con esas pestañotas, y el color de piel de la mamá, eso se veía desde que nos mostraron los ecos. Desde la semana 16 yo se los decía: Gilbertico es la cagaíta de su mamá. Pero cada quién ve lo que quiere, ¿no?”, afirmó la señora Margarita, mientras decía que los recuerditos que llevó la señora Patricia estaban bien feos.
Ante la disputa entre las dos familias, Enrique Barreto, padre del recién nacido, pidió a nuestro pasante subpagado que por favor no le diera más cuerda a la abuelas. “Anoche no dejaron dormir a Lucía por andar discutiendo que a qué familia se parece. Es un bebé recién nacido, ellos nacen todos feos, ¿quién coño puede saber a quién se parece? No es negrito ni asiático, así que debe ser mío, y eso es todo lo que importa”, concluyó el papá del neonato, mientras se servía un whisky —el octavo de la noche— en la jarra que tenía el jugo de la cena de Lucía.