El presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes, anunció hoy la orden de impresión de un lote de nuevos billetes, como una medida destinada a paliar los efectos que le dejó la visita de unos delincuentes que al parecer tomaron -por equivocación- un dinero que era de su propiedad.

«Mira, yo no lo llamaría un robo, porque todos sabemos que del crimen que nos azotaba antes lo que queda es apenas esta bendita sensación de inseguridad, y nosotros los científicos preferimos el frío mundo exacto de los números, nada que ver con esas cosas sensoriales. Sí, el hecho fáctico es que me falta una plata, unas computadoras, unos relojes, un televisor y algunas joyas, pero no creo que haya sido que me robaran. La verdad es que unos tipos vinieron a mi casa, con muy buenos modales me hicieron la visita y después que se fueron me di cuenta que todo eso había desaparecido. Probablemente haya sido que pusieron su chaqueta aquí arriba de la mesita y cuando la agarraron para irse, todo eso se les debe haber ido pegado con la chaqueta; podemos decir que todas mis cosas se le traspapelaron allí, pues, son vainas que pasan. De todas maneras, como seguro mató a confiado, mandé a imprimir un lote de billetes nuevos, 200 millones de bolívares fuertes en billetes de a 100, para reponer lo faltante, pues» afirmó Merentes, mientras afirmaba que estaba ordenando colocar cerco eléctrico en la reja de su apartamento para que la próxima vez que lo visiten los supuestos ladrones, estos se sientan más seguros todavía.

Luego de aprobar una partida extraordinaria para comprar cartuchos de impresora en CompuMall, Merentes fue mucho más relajado, lo que nos permitió conocer un poco más a fondo como se siente: «Bueno, lo mas fuerte es el susto, lo material se recupera. Además, no me quitaron mucho: no recuerdo bien si fueron 10 o 100 palitos, la verdad es que no acostumbro contar ese sencillero en público. Ahora mandé a prender las máquinas porque cónchale, tampoco puede andar uno por ahí sin plata. Además, ¿quién me repone eso? Nadie, hermano, uno tiene que resolver. Maza Zavala siempre decía que uno no podía simplemente prender las máquinas para imprimir plata a lo loco. ¡Qué bolas! ¿Para qué están esas máquinas ahí, acaso? ¿Para coger polvo? Ahí están imprimiendo 200 palitos: los 100 que se me extraviaron más 100 más extra, porsia. Uno tiene que estar preparado ante todo. ¿No ves que la economía mundial se está viniendo abajo? ¡Esos son los miedos que nos siembra el capitalismo!»

Pudimos hablar con Brazo e Picó, responsable del hurto, quien aseguró estar pasando un muy mal momento luego de haber efectuado el crimen. «Mira men, levanté una platica, no lo niego; pero coño, los yuntas aquí pillaron en la prensa lo del choreo y cuando se dieron cuenta de quien era el tipo, me agarraron de sopita. ¡Coño, tuve en mis manos un chivo de un banco y no lo supe nunca, qué becerro soy! ¡Haberlo sabido y le saco más plata, no joda; me tengo bien ganao mi chalequeo! ¿Ese fulano Banco Central no tiene un telecajero? ¡Lo hubiera podido ruletear toda la noche, billetes, monedas o lingotes, de cajero en cajero! Pero es que también, ¿a quién se le ocurre poner a un guevón con esa pinta… de chivo de un banco? ¡Yo pensaba que era un profesor de Educación Física!» afirmó Brazo e Picó, mientras recibía lepes de sus compinches.