El ministro de Finanzas, Nelson Merentes, confesó en una rueda de prensa efectuada la mañana de este martes que el Gobierno Nacional generó la hiperinflación por la que atraviesa actualmente el país para evitar que los consumidores compren el mismo producto dos veces; de esta manera esperan lograr disminuir el desabastecimiento.

“La única manera de acabar con la supercrisis del megadesabastecimiento fue haciendo una hiperinflación. ¿Me siguen? Para problemas gigantes, soluciones más grandes aún. Así somos nosotros” explicó el ministro, quien reconoció haberse quedado sin prefijos para expresar cosas grandes. “Haciendo que la gente no tenga plata, el Gobierno lo que busca es que las personas dejan de comprar de más y así resolvemos el desabastecimiento. Por eso hicimos todo lo posible para traer estos problemas: control de precios, control de cambio y ataque a la empresa privada. En verdad podemos decir que los resultados expresan la lógica que queremos implementar: menos dinero, mercados más pequeños, ¡boom! ¡Anaqueles llenos!”

Merentes aseguró que todavía quedan por venir meses con más hiperinflación para llegar a los niveles esperados por el Gobierno Nacional: “Agárrense que ahora es que falta. En mayo la inflación fue de 6%, esperamos llegar al 7% u 8% en los meses que vienen. ¡Ah! Y eso es con los números maquillados, porque si los soltáramos como son, se sorprenderían. Al final lo que queremos es que para finales de año las compras se reduzcan a su mínima expresión, allí es donde esperamos ver los anaqueles de los supermercados llenitos. Pero vean ustedes lo intrincada que es esta lógica nuestra: matando dos pájaros de un solo tiro, la gente deja de sufrir dolores de espalda por tener que cargar ese bolsero cada vez que van al mercado. Imagínese usted ir a hacer la comprar y regresar con una sola bolsita y medio vacía. ¡Adiós masajes, adiós quiroprácticos! ¡Si eso no es calidad de vida, yo no sé entonces qué será! Pero espérese que eso no es todo: compras chiquitas significan que los supermercados pueden dejar de gastar dinero en carritos, y usar esa plata para comprar más y más productos. ¡Qué viva el socialismo, no joda!” exclamó el ministro antes de retirarse flotando gracias a un sistema que solo poseen las personas que tienen dólares en las venas.