Balas de CAVIM inician migración a casa de malandro
Cientos de Guardias Nacionales disfrutaron hoy la llegada a costas venezolanas de miles de armas y balas originalmente pertenecientes a la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM). Pero luego de tan solo unos minutos y algunos sobornos, las balas iniciaron su migración natural a las casas de miles de malandros del país.
El teniente coronel Roberto Freitas, quién estuvo en la aduana de La Guaria cuando las balas llegaron a costas venezolanas, nos contó sobre el hermoso espectáculo que presenció. “Si ustedes no han visto la llegada de tortugas a Margarita no tienen idea de lo emocional que pueden resultar estos eventos naturales. Millones de balas arribaron a La Guaira, llegaron bebés y virginales, supuestamente para quedarse en depósitos del CAVIM; pero ustedes saben como son las cosas. Y es que no habían pasado 30 minutos cuando la mitad de las balas iniciaron vuelo y empezaron su migración a casas de delincuentes del país, es hermoso, es algo tan natural como el pelo negro azabache de nuestro Comandante Chávez.” Explicó el teniente coronel mientras un funcionario de la GN compraba una camioneta Porsche.
Joseph Adams, biólogo y fotógrafo para National Geographic, explicó en detalle los procesos naturales por los que pasan las balas de CAVIM en ambientes exóticos como Venezuela. “Apenas las balas toman vuelo libre, se dirigen normalmente a jefes de mafias, crimen organizado y el hampa común. Normalmente allí permanecen durante una semana hasta que salen a las calles caraqueñas a reproducirse, a ser parte de atracos, secuestros y demás. Lo más peculiar es que cuando esto pasa, el Gobierno venezolano solo dura unos 6 meses en esperar por nuevas balas de CAVIM que supuestamente usarán para defender a los venezolanos de las balas anteriores; pero esto es un ciclo infinito. Hemos notado también que ha aumentado notablemente la llegada de balas, todavía no está claro si será por efectos del calentamiento global o porque el FONDEN destina cuatro veces más dinero a defensa que a la construcción de viviendas.” Explicó el biólogo, mientras irónicamente, era atravesado por una bala por no entregarle la camioneta a un malandro.