El sueldo de un asistente contable —quién se consideraba así mismo como bueno— se deprimió hoy al darse cuenta que tras la publicación de la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 09-00-172-88-88 se había convertido en apenas una semana en un simple sueldo mínimo.

«Ya no valgo nada. Solo soy una referencia de la inflación ¡Que triste!»

–Buen Sueldo

“Sé que no era el sueldo de un gerente, un familiar de alguien del Gobierno o de un parquero, pero en verdad era bueno. Cada quincena que me depositaban en la cuenta de Edgar (su dueño) yo veía como él se emocionaba y podía comprar muchas más cosas que las secretarias, el personal de limpieza y uno que otro licenciado por ahí. Es más, a veces hasta se podía dar un lujo de ir a un cine o comer pollo. Pero ya no… ¿por qué? ¡PORQUE AHORA SOY UN SUELDO MÍNIMO! Es decir que ya no valgo nada. Solo soy una referencia de la inflación ¡Que triste! NO ME VEAN, ME DA VERGÜENZA QUE ME VEAN ASÍ” sentenció el Buen Sueldo antes de suicidarse porque no consiguió Prozac en ninguna farmacia.