Después de varios años reprimiendo su opinión por miedo a lo que pensaría la sociedad, el joven José Ortega se armó de valentía y confesó el día de ayer que le gustaba el Taco y no el Toddy. Su confesión fue castigada con 25 años de prisión.

Lucía Ortega, madre del delincuente, explicó que ella misma fue la que entregó a su hijo a las autoridades luego de escuchar la absurda afirmación de su hijo. “Eran las ocho de la noche, cuando José llegó a la casa. Le ofrecí, como siempre, un Toddy y se acercó a mí, con el corazón en la mano y me dijo que él prefería el Taco. Me sentí totalmente devastada ¡Mi hijo! Mi propio hijo, diciendo esas barbaridades. Sentí que era la madre de Mussolini. No me quedó otra que llamar al CICPC, entre lágrimas. Llegaron, testifiqué, y se lo llevaron. Incluso a su hermano, Miguel, que es un drogadicto y delincuente, nunca le haría eso; él puede ser lo que sea, pero nunca diría que el Taco es mejor.” Comentó la madre de José, entre sollozos, mientras le servía a los funcionarios un Toddy con la perfecta proporción de leche y chocolate.

Tulio Carrasco, abogado de José Ortega, explicó lo intrincado del caso. “Hacer esa clase de comparaciones es casi un crimen de lesa humanidad. Hay muy pocas posibilidades de un arreglo extrajudicial para mi cliente… todos aman el Toddy. Intentaremos hacer los mejores oficios para defender a nuestro cliente y alegar que estaba sufriendo de alguna enfermedad mental temporal o algo así; porque justificar éste tipo de declaraciones es como defender a Hitler en Nuremberg.”