El Club de Dictadores envió hoy un comunicado a su más reciente miembro, el primer mandatario venezolano Nicolás Maduro, en el que le participa que sus archivos registran que debe los pagos correspondientes a los meses de febrero y marzo del 2014.

La carta, escrita en un tono cordial, propio de los gremios pequeños y selectos, reza de la siguiente manera: «Estimado Nicolás. Ante todo recibe un saludo afectuoso pero férreo. Nuestro sistema registra que tu cuenta tiene pendiente dos mensualidades, por lo que nos vemos en la penosa necesidad de enviarte esta carta para solicitar el justo pago. Queremos pensar que este olvido es porque debes estar muy ocupado reprimiendo al pueblo y censurando medios, todos hemos estado ahí; sin embargo, requerimos de tu pago para poder mantener las instalaciones de nuestro club, así como para la cancelación de las pensiones a los colegas retirados. En caso de haber efectuado la transferencia, por favor obvia el contenido de esta carta y pásala por el destructor de documentos que te regalamos luego de tu predecible elección; de lo contrario, por favor realiza el pago antes del último de abril. Como sabrás, nuestros estatutos te otorgan la membresía vitalicia e irrestricta; sin embargo, de no recibir el dinero adeudado, nos veremos obligados a prohibirte el disfrute de los beneficios que te otorga nuestro club, como la piscina, el sauna o el gimnasio, así como perderás el descuento de 50% que otorga nuestra club para la compra de equipos antimotines, bombas lacrimógenas y otros equipos de represión, censura y tortura».

La respuesta de Maduro no se hizo esperar: de inmediato envió un contingente de 500 efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana a la sede del Banco Central, adonde procedieron a ingresar violentamente, detener a todos sus directivos y apropiarse indebidamente del dinero necesario para el pago de las cuotas en mora.